Mientras en Estados Unidos Ronald Reagan cambió la política militar en lo referido a la carrera de armamento. En lugar de aumentar el número de armas nucleares, crear nuevos misiles más precisos y potentes, etc. decidió desarrollar una serie de escudos contra las armas nucleares enemigas; lo que suponía cambiar del ataque como único camino a una defensa que dejara al enemigo sin armas de destrucción masiva. Para llevarlo a la práctica se destinó una colosal suma de dinero en dos frentes principales. Por un lado la Iniciativa de Defensa Estratégica, más conocida como Guerra de las Galaxias que desarrollaría nuevas tecnologías como el láser de rayos gamma o los misiles interceptadores. Por el otro se potenció la carrera espacial con la finalización del transbordador espacial, bien es verdad que nunca se llegó a igualar los presupuestos destinados a la NASA en tiempos del Programa Apolo.
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